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lunes, 3 de enero de 2011

Crónica: La Piel del Tambor



Un pirata informático que se infiltra en el Vaticano. Una iglesia barroca, en Sevilla, que mata para defenderse. Tres pintorescos malvados que aspiran a mantener viva la copla española. Una bella aristócrata andaluza. Un apuesto sacerdote-agente especialista en asuntos sucios. Un banquero celoso y su secretario ludópata. Una septuagenaria que bebe coca-cola. Una apuesta mujer que lucha por defender el recuerdo de sus antepasados y por defender su particular trinchera. Un viejo y obstinado cura rural. Una curiosa restaurdora experta en Bellas Artes. La tarjeta postal de una mujer muerta un siglo atrás. Y el misterioso legado del capitán Xaloc, último corsario español, desaparecido frente a las costas de Cuba en 1898.

Con esos ingredientes, Arturo Pérez-Reverte construye en La piel del tambor una ingeniosa, compleja y fascinante trama novelesca. Con su imaginación desbordante, su espectacular dominio de la ingeniería narrativa y de los diversos géneros superpuestos -misterio, policíaco, historia, romanticismo, aventura, folletín- el autor nos sumerge sin aliento en una historia que corta al lector cualquier posible retirada, arrastrándolo a un enigma cuya clave se esconde a la sombra de los viejos muelles del Guadalquivir; donde todavía hoy, en las noches de luna llena, sombras de mujer agitan sus pañuelos y goletas tripuladas por fantasmas siguen zarpando rumbo a las Antillas.

Este gran novela fue llevada a la pequeña pantalla bajo el nombre "Quart: el hombre de Roma" con Roberto Enríquez en la piel del páter Quart y Ana Alvárez como Macarena Bruner, la serie narra las aventuras de ambos transcurridos cinco años tras los acontecimientos narrados en "La Piel del Tambor"

Disfruten tanto del libro como de la serie